Hijos del cazonci.
Categoría general: Señores y principales.

Los hijos del cazonci tenían su propia casa desde que éste "los daba a criar". No queda muy claro si los hijos vivían con sus respectivas madres en esas casas pues se supone que éstas eran las mujeres que permanecían encerradas en la casa del cazonci. En todo caso, los hijos del cazonci eran cuidados y educados por amas y ayos (posiblemente "viejos") y los parientes de su madre les hacían sementeras y les daban mantas. Además, su padre les daba algunos de los esclavos que no se sacrificaban (teruparaquaebaecha).

Normalmente el sucesor del cazonci era alguno de sus hijos, aquel que era más "continuo" en el servicio a los dioses (llevando leña a los templos) y que no se emborrachaba o que no se emborrachaba mucho. A veces el cazonci lo elegía antes de morir e, incluso, si ya estaba muy viejo, lo dejaba gobernar antes de su muerte. En cambio, los hijos del cazonci que no se comportaban como debían eran ejecutados junto con sus amas, ayos y criados (posiblemente los parientes de su madre); y, como en el caso de otros señores, incluídos los hermanos del cazonci, éste se quedaba con toda su hacienda. Aunque el cazonci eligiera a su sucesor y a veces gobernara junto con su padre, cuando éste moría, los viejos y otros señores lo elegían formalmente mediante un "acuerdo" (una reunión en donde se discutía quién sería el sucesor). Al parecer, el hijo electo podía declinar el cargo y sugerir que otro lo ocupara. Sin embargo, la negativa inicial del hijo electo, tal como se describe en la Relación, parece haber sido más bien parte del ritual de nombramiento. La competencia entre los hijos del cazonci por ocupar el cargo parece haber sido muy fuerte, a tal punto, que a veces el hijo seleccionado debía matarlos. Tal fue el caso, por ejemplo, de Zinzicha quien a instancias de Timas mandó matar a sus hermanos.

Los hijos del cazonci participaban activamente en su entierro y eran los encargados de transportar el cuerpo del difunto a la pila donde era cremado. Uno de ellos, muy probablemente el sucesor, determinaba cuáles hombres serían sacrificados para acompañar a su padre en el otro mundo. En la Relación no se especifica qué cargos u oficios desempeñaban los hijos del cazonci que no lo sucedían pero se puede suponer que se mantenían en la esfera más alta del gobierno y, como los demás señores, eran principalmente guerreros (capitanes, aunque posiblemente también algunos de ellos fueran sacerdotes). Los hijos de Zuangua, por ejemplo, estaban "conquistando" cuando éste recibió a los mensajeros de Moctezuma enviados a pedir su ayuda en contra de los españoles. De hecho, los mensajeros pidieron específicamente la ayuda de Tirimarasco, Cuyni y Azinche para que, con su gente, defendieran a los mexicanos. Sin embargo, en el mismo pasaje también se dice que los hijos de Zuangua y otros señores se disfrazaron con mantas viejas cuando llegó la embajada mexicana para que no los reconocieran porque temían que los iban a matar. Posiblemente éstos eran los hijos de Zuangua que no estaban "conquistando" o quizás Zuangua mentía para no enviarlos con los mexicanos. En todo caso, varias veces en el relato de la conquista española, don Pedro pinta a Zinzicha, el sucesor de Zuangua, como un tipo cobarde. Los casos de Curatame y Tamapucheca (hijos de Tariacuri) así como el de los hijos de Hiquingaje ilustran la ejecución de hijos de señores para que no disputaran el poder. En los dos primeros, además, se menciona también la suerte de sus amas y ayos.

Algunas costumbres relacionadas con el cazonci no eran exclusivas de él. Por ejemplo, también Chanshori eligió a su hijo Huresqua como su sucesor antes de morir. El caso de Chupitani, Nuriuan y Tecaqua ilustra el papel de los "viejos" como ayos. Es muy probable que los hijos del cazonci y de otros señores, siendo niños, estuvieran más relacionados con su familia materna (recuérdese que los parientes de la madre debían hacerles sementeras y darles mantas). Curatame, por ejemplo, parece haber permanecido con su madre mientras Tariacuri huía de los de Curinguaro. Hiripan y Tangaxoan también permanecieron con su madre cuando murieron Zetaco y Aramen. Sin embargo, Tariacuri permaneció con los parientes de su padre (los viejos Chupitani, Nuriuan y Tecaqua que eran hermanos de Vapeani y Pauacume).